lunes, 7 de octubre de 2013

¿Qué es la Empatía? y una Historia de Amor que lo refleja.



¿Qué es la Empatía?

La empatía, llamada también inteligencia personal en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, es la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir. También es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra.
Algunos estudios señalan la existencia de rasgos afines a la empatía en otros animales además de los humanos, como por ejemplo los roedores u otros primates; lo que podría confirmar el argumento de que el origen de la empatía se sitúa en mecanismos neuronales básicos desarrollados a lo largo de la evolución.

Historia de Amor y de Empatía

David Stevens celebró la boda de su hermano en marzo de este año. Fue un día lleno de felicidad para él, al poder contemplar cómo un ser querido se unía por fin con el hombre de su vida. Pero la reacción de algunos ante un matrimonio entre personas del mismo sexo no fue de felicidad, sino de rechazo. David fue capaz de ponerse en el lugar de quienes son objeto del fanatismo y reflexionar sobre el dolor, el rechazo y el aislamiento que a diario sufren las personas LGTB.

David cree que su hermano es “brillante, divertido y amable”. El día que salió del armario con él lo considera como uno de los más importantes de su vida, y la confianza que eso suponía como uno de los mayores regalos que le han podido ofrecer. David quiso a su futuro cuñado en cuanto se lo presentaron, porque su hermano le había elegido y para él eso era suficiente. Pero además, después de conocerle más profundamente, también cree que es “brillante, divertido y amable”. Un hombre que ha estado al lado de su hermano firmemente en los momentos difíciles, como cuando se enfrentó a un cáncer potencialmente mortal que le costó la visión del ojo izquierdo.

La boda “fue una ceremonia maravillosa, en la que tuve el honor de estar junto a mi hermano, apoyándole en sus votos. Mis ojos se llenaron de lágrimas, como siempre lo hacen en las bodas. Tuve la dicha de ver a dos personas comprometiéndose a compartir su vida juntos. Mi corazón se llenó de gozo”

Y David, como tantos otros, compartió en su cuenta de Facebook las fotografías de esa boda maravillosa que otros iban subiendo. Lo que no esperaba era la respuesta de unos de sus amigos de la red social:

Hola, David, te voy a quitar de mi lista de amigos… ¡Lo siento, pero tu último mensaje ha sobrepasado los límites! ¿Los homosexuales se unen en ‘santo’ matrimonio?…  ¡no lo creo! La Biblia habla en contra de la homosexualidad y deja muy claro que la santidad del matrimonio es entre un hombre y una mujer. Que los homosexuales se unan en santo matrimonio no es más que una bofetada para los que han elegido creer en la Palabra de Dios. Solo te estoy quitando como amigo para no tener que volver a leer tus cosas en contra de Dios… ¡no es nada personal! “.

El remitente era un predicador baptista que David conocía desde hacía años, al que respetaba por su dedicación a la familia y con quien debatía de vez en cuando sobre asuntos morales. La respuesta le sorprendió y le dolió. David le hizo llegar su desacuerdo y su decepción, aunque finalmente se alegró de no tener que soportar en el futuro su fanatismo.

Pero la respuesta también le sirvió de reflexión. ¿Y si en vez de la boda de su hermano hubiera sido la suya? ¿Y si en vez de un conocido más o menos lejano, hubiera sido alguien más próximo, incluso un familiar querido? La historia y la emocionada reflexión nos la contaba en su blog:

“¿A cuántos millones de chicos homosexuales (y de adultos) les ha ocurrido exactamente lo mismo? ¿A cuántos millones más en el futuro? Lo siento. Lo siento por todo ese dolor. Lo siento por todo ese rechazo. Lo siento por todo ese aislamiento.
Soy heterosexual. Tan heterosexual como se puede ser. Y estoy de tu lado. Si pudiera cargar con ese dolor por ti, lo haría.
Te quiero. Si eres gay, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo.
Si eres heterosexual, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo. Pero te exhorto a imaginar que lo descrito anteriormente ocurre contigo siendo el objeto de rechazo. Imagínate que las personas más cercanas a ti te dicen, en esencia, ‘eres fundamentalmente defectuoso y no quiero tener nada que ver contigo’. Nuestros hermanos y hermanas LGBTQ se enfrentan a eso todos los días. Por favor, no lo olvides nunca.
Esa pobre alma equivocada ya no está en mi vida. Y eso está bien. Mi hermano y su marido todavía siguen aquí. Salí con mi hermano hace unas semanas, y fue genial. Es brillante, es divertido y es amable. No podría estar más orgulloso de poder llamarle hermano. Le quiero, y el amor gana. Y punto”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario